Editorial

EDITORIAL


Educación y globalización

“Desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona
de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece.”

“Proporcionar conocimientos o habilidades a una persona
para darle una determinada formación.”

Queridos lectores, si ustedes se tomaran el tiempo necesario para intentar comprender el significado de la palabra educar y bucearan plácidamente entre libros, diccionarios y ensayos, si los hay, sobre este trascendental tema, encontrarían definiciones tan diversas como estas.
La primera, tiene en cuenta, nada menos que al intelecto, la moral y los afectos de la persona, encuadrados y siempre relacionados con la sociedad a la que pertenece.
La segunda, impone, conocimientos y habilidades, con sistemática y medios bien establecidos, intentando direccionar la formación de las personas, solo con un fin y un objetivo predeterminado, que busca afirmar que con la educación impartida solo es posible encontrar el camino del conocimiento.
Queridos lectores, si ustedes fueran los alumnos en cuestión, que tipo de educación elegirían.
Aquella que no tiene en cuenta las raíces, el folklore, la cuna, las historias compartidas, la razón cultural heredada, la geografía continental, los valores entrañables de lo autóctono, los cuentos contados, el calor de lo conocido y la visión intransferible de una comunidad única por sus características ancestrales.
O esta otra conocida, universal por tener en cuenta el valor de lo moral, de las costumbres particulares, la que tiene en consideración a los padres, los abuelos, los maestros, también la política y la economía de cada día, tan particular y única, que hacen a los habitantes de cada región del planeta individuos únicos e irrepetibles.
Jean Piaget, fue el precursor de la psicología evolutiva, pero su doctorado en 1918 fue en ciencias naturales. A lo largo de su obra Piaget marca la importancia de la relación del organismo con el medio, tanto biológico como psicológico. Una de sus ideas fundamentales acerca de las teorías del saber es la formulación de relaciones de equilibrio entre las partes y el todo.
Para Piaget educar es forjar individuos, capaces de una autonomía intelectual y moral y que respeten esa autonomía del prójimo, en virtud precisamente de la regla de la reciprocidad.
La principal meta de la educación es crear hombres capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente de repetir lo que han hecho otras generaciones: hombres creadores, inventores y descubridores. La segunda meta de la educación es formar mentes que puedan ser críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece.
La globalización siempre impone un modelo casi único, esto hace que los pueblos con raíces culturales solidas se manifiesten y protesten en contra de una imposición injusta y arbitraria de modelos artísticos, científicos y literarios y es por eso que la contraparte de la globalización es la manifestación de diversidad cultural.
Globalizar la educación significaría generalizar y definitivamente simplificar. Como hacemos para cubrir las necesidades de desarrollo de cada país en particular, con su historia, sus instituciones, sus políticas y su cultura, desde un pedestal seguramente empañado de ignorancia y posiblemente urgido por necesidades propias, ajenas al otro.
Me pregunto si realmente la cultura no se está convirtiendo en una mercancía negociable para un mundo cada vez más global y menos intimo en donde los intereses dejaron de ser direccionados al educar y viraron lamentablemente solo al ¨vender¨
Los avances tecnológicos y la innovación en el área de la cirugía artroscópica nos obliga como cirujanos a una transmisión de conocimientos casi inmediata a través del uso de la informática. Esto hace que nuestra actividad profesional se vea cada vez más afectada por las presiones de la dinámica del mercado y este flujo de información en general se produce de países altamente industrializados a países en desarrollo. Teleconferencias, congresos, simposios, mesas redondas de discusión, todo vía internet y con la universalización del inglés como lengua, ha provocado una aceleración de la información científica muy difícil de asimilar teniendo una visión crítica de esa información recibida, pensando en el bien de nuestros pacientes que son parte de una comunidad culturalmente no comparable a otras comunidades.
La economía global presiona uniformemente a todas las sociedades y termina siendo un proceso altamente exclusivo para alguna de ella, que no está preparada para dicha presión, esto provoca cierta marginación.
Si tomamos el ejemplo de los Journals de habla inglesa que cada vez son más y por cierto, cada vez más voluminosos sus números, nos obligan a un procesamiento de la información casi frenética, que muchas veces no nos permite hacer un análisis detallado y eficaz de lo verdaderamente importante para nuestra formación y práctica diaria.
Estoy convencido de que no debemos perder la autonomía del conocimiento, debemos entrenarnos para poder descifrar la información proporcionada por esta nueva red de inmediatez a favor de las necesidades incomparables de nuestra población.
Debemos fortalecer las instituciones globalizadas que nos dan lugar, aceptando la diversidad cultural, económica y social propia de cada pueblo.
Latino América tiene una oportunidad y estoy convencido de que la fuerza desmesurada, provocativa y no siempre bien intencionada de algunas instituciones que aprovechan el inmenso océano que ofrece la globalización, nos confunde y nos debilita como profesionales de la salud si caemos en la tela araña que tejen para capturarnos en busca de un bien particular y no común, debemos tener una buena dosis de valentía para buscar nuestra verdadera y propia identidad.

 

Dr. Fernando Barclay
Coordinador Editorial