ARTROSCOPIA | VOL. 13, Nº 2 : 141-145 | 2006

Artroplastia de rodilla postosteotomía. Revisión casuística banco de prótesis 1986 - 2001

Dr. Gonzalo Vazquez, Dr. Daniel Acevedo Tobler, Dr. Fernando Motta

RESUMEN: BANCO DE PROTESIS - DEPARTAMENTO RODILLA – Las artroplastias postosteotomía son cirugías de mayor complejidad, por presentar cicatrices previas, defectos óseos y un aparato extensor modificado. Material y métodos: Se evaluaron 2630 artroplastias entre 1986 – 2001, (6% de las cirugías). Valguizantes 142 y varizantes 11, 6. Seguimiento promedio de 5.3 años. Se realizo evaluación con protocolo y Rx, utilizando el score del Hospital for Special Surgery. Resultados: El tiempo promedio de sobrevida de las osteotomías fue de 8 años, en un rango de 1 a 30 años. Se realizo, Snip de Insall en 26 casos y osteotomía de Whiteside en 3 casos; 1 alargamiento y 1 liberación de cuádriceps. El 6,5 % de las cirugías requirió prótesis especiales. 78 casos tenían un HSS preoperatorio malo, 68 regular y 4 buenos. 103 casos mostraron un HSS postoperatorio excelente, 28 bueno, 3 regulare y 9 malo. Complicaciones: 11 %, 9 casos de infección profunda (5,8 %), 1 aguda y 8 tardías. Necrosis de piel y dificultad de cicatrización, 2 casos (1,3 %). Desinserción tendón rotuliano, 2 casos (1.3 %). Falsa ruta, 2 casos. (1.3 %). Aflojamiento aséptico, 2 casos. (1.3 %).Conclusiones: Índice de complicaciones similar a las cirugías de revisión. Se debe realizar una incisión apropiada, así como elegir el tipo de osteotomía ósea a realizar, teniendo en mente la futura eventual artroplastia.

 

ABSTRACT: BANCO DE PROTESIS – KNEE DEPARTMENT – Post-osteotomy arthroplasty are more complex surgeries, due to previous scares, bone defects and extensor mechanism modification. Methods: 2630 arthroplasty were evaluated between 1986-2001, (6% of all surgeries) valgus osteotomy 142 and varus osteotmoy 11,6.

With a 5,3 years of average follow up. Evaluation protocol, X-rays and Hospital for Special Surgery score were used for evaluation of patients. Results: average life time of the osteotomies was 8 years within a range of 1 to 30 years. Insall Sinp was performed in 26 cases and Whiteside TAT osteotomy in 3 cases; 1 lengthening and 1 quadriceps release. Special arthroplasty were necessary in 6,5% of the surgeries. HSS pre-op was bad in 78, regular in 68 and good 4. HSS psot-op was excellent in 103 cases, good in 28, regular in 3 and bad in 9. Complications: 11%, deep infection in 9 cases (5,8%), 1 acute and 8 late. Skin necrosis and delay healing, 2 cases (1, 3%). Patellar tendon avulsion, 2 cases (1,3%). Components malposition, 2 cases (1,3%). Aseptic loosening, 2 cases (1,3%). Concussions: complication rate similar to revision arthroplasty. Incision must be well located, osteomtomy indication must be correct also knowing the possibility of a future arthroplasty.

INTRODUCCION

La artroplastia total en rodillas previamente osteotomizadas constituye un capítulo muy importante en el tratamiento de la patología degenerativa artrósica. Siendo una cirugía poco frecuente, caracterizada por cierto grado de complejidad y con resultados clínicos dispares constituye un punto de confrontación entre los distintos autores. Existe una vasta publicación de artículos referentes a osteotomías tibiales y pocos de artroplastias postosteotomías femorales. Comprender cómo una osteotomía varizante femoral o valguizante tibial afecta el resultado de una artroplastia es crítico para la toma de decisión quirúrgica. El presente estudio evalúa los resultados de las artroplastias en rodillas previamente osteotomizadas.

Hungerford y Krachow, Windsor e Insall catalogan los resultados de esta cirugía similares a los obtenidos en cirugía de revisión. En los últimos años han aparecido trabajos que contradicen este concepto y mencionan resultados comparables a los logrados en cirugías primarias.
Staeheli, Morrey y Katz describen resultados similares a artroplastias en rodillas vírgenes de cirugía, aunque reconocen la mayor complejidad quirúrgica. Takai, Yoshino y Hirosawa describen las dificultades quirúrgicas en las rodillas con osteotomía valguizante tibial previa y las resumen en la exposición dificultosa secundaria a la patella baja, la cicatrización de la herida operatoria y el riesgo aumentado de avulsión del tendón patelar, y refieren un porcentaje elevado de infección en la evolución de estos pacientes.

Nelson, Saleh,Windsor, Haas, Laskin y Sculco refiriéndose a osteotomías varizantes femorales, plantean que la deformidad extraarticular en varo del fémur sitúa su eje anatómico atravesando el cóndilo externo y no el espacio intercondíleo. Por ello proponen que el agujero de inicio de la guía intramedular debe ubicarse más externo que lo habitual. En 7 de 9 rodillas evaluadas, el componente femoral se implantó con menor angulación en valgo que el deseado.
En otro reporte referente a osteotomías femorales, Lotke y Hungerford agregan como problema adicional, la necesidad de utilizar suplementos o cuñas e implantes especiales con vástago cuando la deformación extrarticular es importante. Al realizar el corte distal de fémur, éste interesa más cóndilo externo que interno. La limitante en el nivel del corte lo constituye la inserción proximal del ligamento lateral externo. Si llegado a ese nivel, el corte no interesa el cóndilo interno, estamos obligados a suplementar con una cuña distal interna utilizando un vástago en el componente femoral.
A manera de resumen, existe consenso respecto de la mayor complejidad quirúrgica y del reconocimiento de un rango de complicaciones aumentado respecto de las cirugías primarias, lo cual se expresa en toda la bibliografía.
Complejidad quirúrgica que se explica al enfrentarse el cirujano a una rodilla que presenta cicatrices previas, una morfología ósea alterada, así como un aparato extensor modificado fundamentalmente en osteotomías tibiales de sustracción ósea.
La presencia de cicatrices previas condiciona el abordaje quirúrgico y obliga a una planificación del mismo respetando la vascularización de los planos de cobertura cutánea. Esto adquiere suma importancia, ya que la rehabilitación fisiátrica implica intensa movilización de la rodilla a efectos de ganar un arco de movimiento compatible con una buena función. La hipoxia tisular provocada por la movilización sumado a un abordaje que no respete la vascularización puede conducir a complicaciones como dificultad en la cicatrización de la herida operatoria o necrosis de piel.
La deformidad ósea caracterizada por pérdida de stock óseo en el compartimento externo, el efecto de traslación o décalage externo y posterior, así como la pérdida de la inclinación posterior de la epífisis proximal tibial en las osteotomías valguizantes de cierre o sustracción, conlleva cierta dificultad técnica para la implantación del componente tibial con buena alineación y evitando producir una falsa ruta en cortical externa.

Es común observar en estos pacientes lo que se ha dado en denominar como pseudopatella infera, la
presencia de un acortamiento del tendón patelar aunque con la patella en su altura correcta. Dicho acortamiento condiciona una eversión patelar dificultosa para exponer el platillo tibial externo y por consiguiente un riesgo mayor de avulsión del tendón rotuliano de la tuberosidad anterior de la tibia. Son necesarios abordajes accesorios, sea el Snip descrito por Insall por sección oblicua ascendente del recto anterior en la unión tendinomuscular o la elevación de la tuberosidad anterior de la tibia descrita por Whiteside, para evitarla.
Por último, existe controversia entre los autores respecto del rango de movilidad postoperatorio logrado, algunos sostienen que no se logran rangos máximos de flexión por la patella baja y otros consideran lo contrario catalogándola como pseudopatella infera y describiendo mejores rangos de flexión.

MATERIAL Y METODOS

Se individualizaron de una población de 2630 artroplastias realizadas en el Banco de Prótesis en el período 1986 – 2001, 153 casos consecutivos en 145 pacientes (6% del total de cirugías), 147 osteotomías tibiales y 6 femorales, todas de cierre o sustracción ósea salvo 2 curvilíneas en tibia. Valguizantes fueron 142, una de ellas en fémur y varizantes fueron 11, 6 de ellas en tibia; por lo que se evaluaron 7 rodillas con interlínea oblicua. Con un tiempo de seguimiento promedio de 5.3 años (2 a 17) y una pérdida de 7 pacientes (5 %), al momento del estudio habían fallecido 8 pacientes (5,5 %).

 

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Figura 1.Osteotomía Valguizante en tibia, genera un defecto por interlinea oblicua, con mayor complejidad quirúrgica.

 

Con edad promedio de 70.5 años (41 – 85), el estudio incluyó 118 mujeres ( 81 % ) y 27 hombres (19 %). Se dividieron en grupos etarios de 40 a 44, de 45 -49, 50 – 54, 55 – 59, 60 – 64, 65 – 69, 70 – 74, 75 – 79 y 80 - 85 años, siendo el más numeroso el de 70 a 74 con 47 pacientes, luego el de 65 a 69 con 42 y en 3er. lugar el de 75 a 79 con 34.
El IMC (índice masa corporal) medio fue de 31 (N=21 – 26), discriminado de la siguiente forma: Menor de 26 – 11 pacientes (4 sexo masculino), de 26 a 29– 40 ; de 30 a 34 – 70 ; y mayor de 35 – 24, lo cual arroja un 64 % de pacientes obesos importantes con índice de 30 o superior.
Se evaluaron los pacientes con examen clínico y/o interrogatorio telefónico con protocolo de evaluación y Rxs actualizadas, utilizando el score HSS (Hospital for Special Surgery). Se dividió en 4 grupos de escala de score HSS para catalogar la situación clínica preoperatoria y la actual de los pacientes: Excelente mayor de 85 puntos, bueno 76 a 85, regular 61 a 75 y malo menor de 60.
La evaluación incluyó la catalogación en grupos de rodillas de menor a mayor complejidad preoperatoria de acuerdo con la deformidad ósea, desvíos angulares y acortamiento del tendón patelar, y su correlación con las cirugías realizadas de creciente complejidad, tal cual surge de las historias clínicas, Rxs pre y postoperatorias y del protocolo operatorio. Para ello se dividió la muestra en 3 grupos de rodillas: con deformidad leve, moderada y grave. Y las cirugías en: común, difícil y compleja.

RESULTADOS

El tiempo promedio de sobrevida de la osteotomía de la muestra fue de 8 años según gráfica adjunta, en un rango de 1 a 30 años.Las incisiones previas fueron 93 transversas, 2 arciformes, 10 paramediana interna, 40 oblicua externa y 1 oblicua anterior, constituyendo las últimas tres un 35 % de cicatrices no deseadas que condicionaron el abordaje quirúrgico de la artroplastia.

 

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Fig 2. Las Incisiones previas como las de la foto condicionan el abordaje quirúrgico, con riesgo de complicaciones cutáneas.

 

Fueron necesarios abordajes accesorios profundos tales como el Snip de Insall en 26 oportunidades y elevación de la tuberosidad anterior tibial tipo Whiteside en 3 casos (19 % de las cirugías); y 1 alargamiento y 1 liberación amplia de cuádriceps.
En cuanto a la necesidad de injerto y prótesis especiales constituyó el 6,5 % de las cirugías; hubo necesidad de injerto óseo y tornillos en 2 casos, cemento y tornillos 6 casos (todos en osteotomías tibiales) y prótesis constreñida con cuña y vástago en 2 oportunidades, también para suplementar defectos tibiales, 1 de ellos en una osteotomía varizante tibial con interlínea oblicua.

 

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Fig 3. Defectos importantes en algunos casos determinaron la colocación de prótesis constreñidas.

 

El score HSS previo fue de 78 casos malo (menor de 60 puntos), 68 regular (61 a 75 ptos.) y 4 buenos (75 a 85 ptos.). La evaluación actual arroja 103 casos excelente con puntaje superior a 85 ptos. (72%),
28 buenos, 3 regulares y 9 malos.
Se consideraron en el preop. un 34 % de la muestra eran rodillas con deformidad leve, un 44 % moderada y 22 % grave, resultando cirugías con complejidad creciente un 57 % común, 35 % difícil y sólo un 8 % compleja.

COMPLICACIONES

Totalizaron un 11 %. La literatura las resume en problemas vinculados a la cicatrización de la herida operatoria y el riesgo aumentado de necrosis de piel, el riesgo de avulsión tendón patelar y los defectos en la implantación protésica ya sea con alineación incorrecta o con producción de una falsa ruta tibial. Complicaciones que comprometen el resultado en el plazo inmediato o alejado. A ello se debe sumar el aumento del rango de incidencia de infección profunda que acompaña estas cirugías.
Hubo 9 casos de infección profunda (5,8 %), 1 aguda y 8 tardías (4 hematógenas). El tratamiento de la aguda fue la exploración quirúrgica y lavado (“wash out”), sin recidiva a los 3 años de seguimiento. En las tardías se realizó recambio en 2 tiempos en 7 casos y artrodesis en el restante. Un recambio falló con recidiva al año, que obligó a una artrodesis. Necrosis de piel y dificultad de cicatrización herida operatoria en 2 casos. (1,3 %) resueltas con tratamiento quirúrgico inmediato.
Desinserción parcial tendón rotuliano por dificultades de eversión aparato extensor en 2 casos (1.3 %), que no requirieron gestos quirúrgicos importantes para su reparación y lograron una buena rehabilitación en tiempos adecuados.
Rotura de cortical externa tibial o falsa ruta en 2 casos. (1.3 %) ambas en osteotomías tibiales de cierre o sustracción ósea.
Aflojamiento aséptico de componentes protésicos en 2 casos. (1.3 %) probablemente asociado a mala alineación en su implantación.

CONCLUSIONES

La evaluación en el mediano plazo de las artroplas tias de rodilla en pacientes con cirugía previa de osteotomía de realineación nos enseña y confirma algunos hechos descritos en la bibliografía. Considerada como el segundo estadío quirúrgico en el tratamiento de la artrosis de una rodilla desaxada de un paciente joven sometido a realineación previa, resulta importante destacar el tiempo promedio de sobrevida de la osteotomía que fue de 9 años.
Se demuestra en la revisión que se trata de cirugías caracterizadas por cierto grado de complejidad por la presencia de cicatrices previas, deformidad ósea femoral o tibial secundaria a la osteotomía previa, alteraciones del aparato extensor dadas por la seudopatella infera y acortamiento del tendón rotuliano, que condicionan mayor destreza quirúrgica por parte del cirujano actuante.
Fueron necesarios abordajes accesorios profundos (Snip Insall o elevación de Tuberosidad anterior de la tibia) en un 20 % de las cirugías para evertir el aparato extensor sin riesgo de avulsión distal del mismo.
Se observó un aumento de incidencia de infección profunda periprotésica comparado con los índices que acompañan la evolución de las artroplastias totales en rodillas vírgenes de cirugía. El rango fue de
5,8 %, lo cual nos reafirma el concepto de cirugía similar a una revisión y nos obliga a utilizar cemento con antibiótico de rutina.
Los resultados clínicos a mediano plazo (tiempo de seguimiento 5 años) son buenos a muy buenos en un porcentaje elevado (90 %), aunque se ubican en un escalón por debajo de las artroplastias en rodillas vírgenes. Cabe preguntarse si estos resultados clínicos cuestionan la indicación de la osteotomía en el paciente artrósico joven. En todo caso el cirujano que trata la patología degenerativa de rodilla, al realizar una osteotomía de realineación deberá pensar siempre que ésta es nada más que el primer estadío de tratamiento, y que un alto porcentaje de estos pacientes puede necesitar de una artroplastia en el mediano plazo. Deberá realizar una incisión de piel apropiada, así como elegir el tipo de osteotomía ósea a realizar, teniendo en mente la futura eventual artroplastia.
De cualquier manera, la cirugía de artroplastia postosteotomía sigue siendo un desafío para el cirujano, quien está obligado a realizar una correcta planificación preoperatoria, cirugía con mayor rango de dificultades técnicas intraoperatorias y porcentaje elevado de complicaciones postoperatorias.

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