ARTROSCOPIA | VOL. 16, Nº 2 : 123-128 | 2009
 
ARTICULO ORIGINAL

Lesiones del cartílago de la rodilla: hallazgos artroscópicos con imágenes previas negativas

Dr. Fabián Mamone

RESUMEN: Objetivo: Las lesiones del cartílago de la rodilla son un hallazgo frecuente cuando se realiza una artroscopia. Estas lesiones tienen la desventaja de tener un potencial curativo limitado El objetivo del presente estudio es documentar la frecuencia y ubicación de las lesiones halladas utilizando la clasificación de la ICRS y evaluar la uti- lidad de la clasificación para el tratamiento de estas lesiones. Material y Método: Se evaluaron 370 artroscopias de rodilla desde enero de 2006 hasta agosto de 2008, al momento de realizar la artroscopia todos tenían imágenes previas de RMN, los pacientes con imágenes bien definidas para lesión de cartílago fueron excluidos junto con aquellos que habían sido sometidos a una artroscopia en la rodilla a tratar, los hallazgos de las mismas fueron volcados a un protocolo postoperatorio basado en la clasificación de la ICRS. Resultados: Se hallaron lesiones del cartílago en el 72% de las artroscopias realizadas, las lesiones asociadas más frecuentemente fueron las meniscales (62%). Por las características de las lesiones del cartílago, el 48 % fueron consideradas artrosis y 27 % condromalacia patelar. La ubicación mas frecuente fue en el cóndilo femoral interno. Fueron encontradas lesiones focales en 55% de las artroscopias evaluadas, de estas lesiones focales el 78 % fueron lesiones únicas. La superficie del área comprometida expresada en cm2 fue en promedio de 2,5. Conclusión: Pudimos concluir con el presente estudio que las características y la magnitud de las lesiones del cartílago de la rodilla todavía depende de la artroscopia, siendo la clasificación em- pleada un elemento que aporta datos importantes acerca de estas lesiones, pero que la evolución de las mismas y el número de pacientes que pueden beneficiarse con los distintos procedimientos de reparación es aún incierto.

 

ABSTRACT: Purpose:: Chondral lesions of the knee are frequent findings during an arthroscopic procedure. These lesions have a limited healing potential. The objective of this study is to document the frequency and location of these lesions according to the ICRS classification, and to evaluate the utility of the classification for the treatment of these injuries. Material and methods: 370 knee arhtroscopies were evaluated between january, 2006 and august, 2008. Previous MRI studies were present. The patients with positive MRI studies for chondral lesions as well as patients with previous arthroscopies of the knee were excluded from this study. The artroscopic findings were incuded in a postoperative protocol accoding to the ICRS classifcation. Results: Chondral lesions were found in 72% of the arthroscopies. The more frequent associated injuries were meniscal tears (62%). 48% of the chondral injuries were considered arthrosis and 27% a patelar condromalacia. The most frequent location was found in the medial femoral condyle. Focal lesions were found in 55% of the arthroscopies, and 78% of these were isolated. The average size lesión was of 2,5 cm sq. Conclusión: We conclude that the characteristics of the chondral lesions are still dependen ton the arthroscopic evaluation. The classification used in this study adds some valuable information regarding these lesions but the evolution of them, as well as the benefits to the patients after different performed procedures are still uncertain.

 

Key word: cartilage – knee - lesions

 

INTRODUCCION

Las lesiones que comprometen al cartílago son un punto no del todo claro en lo que respeta a su diagnóstico y tratamiento, causantes de dolor e incapacidad funcional, tienen además la desventaja de poseer pobre capacidad de autorreparación predisponiendo a los pacientes al desarrollo de artrosis. Los resultados a largo tiempo de los distintos métodos de tratamiento para estas lesiones incluyendo técnicas de debridamiento, transporte osteocondral y cultivo de condrocitos no terminan de ser alentadores (1, 2) y dependen además de la técnica en si, de los recursos y disponibilidades del medio en donde se van a realizar las mismas. Los defectos en el cartílago son de difícil diagnóstico clínico, estudios de Fu y col (3) concluyen que a pesar de un detallado interrogatorio de los síntomas referidos, no existe una correlación fiable entre la sintomatología clínica y el estado del real del cartílago. (4, 5) Aunque se cuente hoy día con técnicas de RMN que aumentan la sensibilidad para el diagnóstico de ciertos defectos del cartílago (6, 7) la mayoría de estas lesiones son aún diagnosticadas solamente durante la visión directa mediante la artroscopia que es considerada el gold Standard para el diagnóstico de estas lesiones (8, 9). El objetivo del presente estudio es determinar la frecuencia y el tipo de lesiones halladas durante los distintos procedimientos artroscópicos de la rodilla y determinar la utilidad de la clasificación empleada.

MATERIAL Y METODOS

Desde enero de 2006 hasta Agosto de 2008, evaluamos 370 procedimientos artroscópicos de rodilla realizados por Nuestro Equipo quirúrgico. Se excluyeron del estudio las siguientes situaciones: Pacientes con artroscopia previa de la rodilla a tratar. Pacientes con imágenes previas bien definidas para lesiones de cartílago, como lesiones osteocondrales focales, osteocondritis disecante o fracturas osteocondrales. Pacientes con imágenes de RMN compatibles con artrosis. Además de edad y sexo hicimos hincapié durante el interrogatorio en si el paciente presentaba un trauma previo que recordara como el responsable de la sintomatología. Durante la confección del protocolo operatorio y sobre un esquema manuscrito detallamos sistemáticamente los hallazgos del procedimiento, incluyendo además rango de movimiento de la rodilla, laxitud articular, Tracking patelar, sinovitis, presencia de cuerpos libres, lesiones del cartílago, meniscos y ligamentos cruzados. Los datos obtenidos, imágenes capturadas, y videos correspondientes, fueron almacenados en una base de datos utilizando el programa Access de Microsoft®, que nos permitió con facilidad recuperar la información para el desarrollo de este estudio.

La data obtenida fue volcada sobre una planilla basada en la clasificación de la Sociedad Internacional para la Reparación del Cartílago (ICRS) (10, 11) tomando los siguientes parámetros:

  1. Ubicación de la lesión dentro de las 6 regiones artroscópicas de la rodilla (rótula, tróclea, cóndilo medial, cóndilo lateral, tibia medial y tibia lateral).
  2. Area de lesión calculada en cm2 tomando como referencia el ancho y el largo con un palpador de inspección.
  3. Profundidad de la lesión (Fig.1)
  4. Se definen como lesiones del cartílago aquellas que en número menor de 3 están presentes durante una artroscopia (evaluadas visualmente y por palpación), excluyendo las lesiones en su- perficies articulares enfrentadas (“lesiones en beso”) y las típicas lesiones de condromalacia patelar. Si el número de lesiones es más de 3 o se encuentran lesiones tipo “en beso” se considera el hallazgo como artrosis.
  5. Para estimar el número de casos en donde se puede realizar un procedimiento de reparación artroscópico se considera a los pacientes menores de 50 años que presentan un grado III de ICRS, o grado IV con un área de compromiso de hasta 1 cm2.


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Figura 1: Clasificación del ICRS según profundidad de la lesión.

 

RESULTADOS

Este estudio incluyó 233 varones y 137 mujeres, con un rango medio de 39 años, 150 pacientes manifestaron un episodio traumático previo relacionado. Del total de los pacientes evaluados 230 (62%) presentaron lesiones meniscales, 111 (30%) sinovitis, 74 (20%) lesiones del LCA, en 30 pacientes que representaron el 8% del total observamos la presencia de cuerpos libres intraarticulares. Hallamos lesiones del cartílago en 266 pacientes, lo cual representó el 72 % de los pacientes estudiados, de estas lesiones 48% fueron consideradas artrosis, condromalacia patelar 27%, lesiones localizados en un área determinada 23%, otros tipos de lesiones 2%. (Tabla 1)

Lesiones condrales u osteocondrales focales (Tabla 2), fueron encontradas en 55 pacientes (15% del total de los pacientes evaluados), correspondiendo el 78% de estos a lesiones únicas, 12% de los pacientes presen- taban 2 lesiones, y 10%, con 3 lesiones.

La superficie del área comprometida (Fig. 2) fue de 2,5 cm_ en promedio. En 16% de los defectos condrales u osteocondrales el total de área fue menor que 1 cm_; in 28% (n = 51), fue de 1 – 2 cm_; en 44% (n = 82), fue de 2 – 4 cm_; y en 12% ( n = 24) el área de defecto fue mas de 4 cm_.

 

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Tabla 1: Tipos de lesiones del cartílago en 266 pacientes

(72% de los estudiados)

 

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Tabla 2: Lesiones focales halladas 15% (n=55)

 
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Figura 2: Areas comprometidas promedio 2,5 cm2.
 
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Figura 3: Frecuencia de regiones comprometidas.

 

Cuando se halló más de una lesión, se identificó como la principal aquella que comprometía el área más extensa y fue encontrada en orden de frecuencia (Fig. 3) en cóndilo femoral medial (60%), (relacionados la mayoría de las veces a desejes en varo), rótula (8%), tibia lateral (7%), cóndilo lateral (12%), Tróclea ( 5% ), tibia medial ( 8%). Las lesiones osteocondrales fueron encontradas en 40% y 28 % aso- ciadas a lesiones meniscales y de LCA respectiva- mente; y con ambos meniscos + LCA 14%.

 

DISCUSION

Las lesiones del cartílago de la rodilla fueron siempre definidas como lesiones de difícil diagnóstico previo creando ésto un problema común a la hora de la resolución artroscópica. Estudios realizados con equipos de RMN de última generación permiten lograr una especificidad de entre 39% y 74% en la detección de patología del cartílago (dependiendo del grado de lesión), sin embargo en la actualidad el diagnóstico artroscópico continúa siendo el que nos permite la toma de decisiones para la realización de un procedimiento de reparación de cartílago (12,6,7). No obstante ésto, la RMN fue según nos informan autores como Makino A, y col (13) de gran utilidad para el control y seguimiento de algunas lesiones tratadas, en donde evidenciaron que las imágenes postquirúrgicas obtenidas por RMN eran similares a las halladas en seconds looks realizadas en estos pacientes. Estudios realizados desde 10 años a la fecha como el de Curl y col (14) sobre más de 31500 artroscopias de rodilla, demostraban que en aproximadamente el 19% de la artroscopias de rodilla estaban presentes lesiones focales del cartílago, no mostrando estos datos diferencias significativas con los actuales, asimilándose bastante a los resultados de nuestro estudio y de los trabajos publicados más recientemente (15). Lo cual nos evidencia que la clasificación de la ICRS, continúa siendo un buen sistema para el estudio de estas lesiones.

Algunos autores clasificaron a las lesiones del cartílago según su ubicación o a veces en la apariencia visual de la misma (16). Outerbridge (17), en un esfuerzo para clasificar diferentes grados de condropatía rotuliana, describió 4 tipos de lesiones: grado I, reblandecimiento y edema, Grado II, fisura menor de 0,5 mm del espesor; Grado III, fisura y fragmentación mayor de 0,5 mm; Grado IV, erosión y exposición del hueso subcondral. Estudios realizados sobre la reproductibilidad de la clasificación de Outerbridge, demostraron que la misma era bastante exacta cuando se quiere clasificar a la lesión artroscópicamente, y además puede ser utilizada con facilidad sin importar la experiencia del cirujano (18). Dependiendo de la ubicación B. Cole y col (19) clasificaron a las condropatías rotulianas en 5 tipos de lesiones: tipo I lesión del polo inferior, tipo II faceta lateral, tipo III faceta medial asociada (generalmente asociada a defecto troclear), tipo IVa polo proximal, tipo IVb lesión difusa. Basado en un estudio de 167 lesiones del cartí- lago, en 140 artroscopias Bauer y Jackson diferenciaron 6 tipos de diferentes lesiones en los cóndilos femorales: Tipo I lesión lineal; Tipo II fractura estrellada; Tipo III flap; tipo IV; depresión; Tipo IV fibrila- do; Tipo VI deterioro profundo. Estas lesiones fue- ron encontradas predominantemente en las superficies de carga condilares, (Fig. 4) siendo las de tipo I a IV presumiblemente originadas por episodios traumáticos y las de tipo V y VI por causas degenerativas. A menudo el significado clínico de la apariencia de la superficie no está bien claro, ya que se pueden hallar diferentes tipos de lesiones profundas siendo la superficie del cartílago normal o casi normal como por ejemplo hemos encontrado lesiones de espesor completo en donde el palpador alcanzaba el hueso subcondral pero la apariencia superficial solo mostramostrabaun tejido reblandecido o parcialmente erosionado.

 

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Figura 4: Lesión de cóndilo femoral interno en zona de carga.


Otro tipo de hallazgos fueron hendiduras profundas y fisuras, cartílago estallado y roto desde el fondo del hueso subcondral, depresiones profundas. En algunos casos se pudo apreciar todo el espesor del cartílago reblandecido incluso con compromiso del hueso subcondral con tejido de superficie completamente normal. Las clasificaciones según la apariencia, son demasiado subjetivas, no aportando datos importantes en lo que respecta al tratamiento y la etiología. No obstante y aunque algunas de estas clasificaciones (10,11,17,18) suponen reflejar diferentes grados o estadios de la lesión, no está bien determinado que estos grados representen con exactitud la severidad de la lesión, la sintomatología causada, o la duración de la impotencia funcional que estas lesiones provocan. En la actualidad disponemos de varios procedimientos para reparación del cartílago, y creemos que la clasificación es de suma utilidad para cuando planeamos cada uno de estos procedimientos, prestándole especial importancia a algunos parámetros como lo son, la profundidad de la lesión, la localización y las características del cartílago circundante, para lo cual nos fue de bastante utilidad la clasificación de empleada por la ICRS. En este estudio fueron encontradas lesiones en el 72% de los pacientes, cifras que no están tan distantes de los hallados en varias publicaciones como los de Curl y col (14) que hallaron lesiones en el 63% de los pacientes. Nosotros clasificamos una gran proporción de las lesiones del cartílago como artrosis (incluyendo lesiones espejadas) o como condromalacia patelar, en las cuales los procedimientos de reparación del cartílago no tienen resultados precisos. Lesiones condrales u osteocondrales focales bien definidas y hasta un número de 3 rodeadas y opuestas a cartílago articular normal fueron encontradas en 15 % de los pacientes, valor cercano al 19% que arrojan algunos estudios consultados. Observamos también lesiones concomitantes que ocurren frecuentemente con defectos del cartílago, como las meniscales (Fig. 5) y del LCA; Curl y col encontraron patología asociada (tanto meniscal como LCA) en 63% de lesiones Grado IV de Outerbridge. Estas lesiones asociadas necesitan ser tratadas conjuntamente con las lesiones condrales sintomáticas para proporcionar un efecto mutuamente beneficioso. (20) Las lesiones condrales generalmente se producen como resultado de la combinación de fuerzas de compresión y rotacionales (21), dependiendo el tamaño de la lesión del área de contacto con la superficie oponente. La alta proporción de los defectos simples (78 % de los defectos focales) y de los de tamaño moderado (área media de 2,5 cm_) hace suponer que las lesiones fueron de origen traumático, aunque gran parte de los pacientes no recordaban haber tenido un trauma importante.

 

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Figura 5: Lesión de cartílago asociada a lesión meniscal.

 

Defectos más importantes pueden haber sido provocados por repetición de traumas menores o más comúnmente secundarios a trastornos degenerativos. Sabemos que el potencial para la reparación del cartílago es mejor en jóvenes y está bien establecido que el ideal para esta reparación es el paciente menor de 45 años y con una lesión sintomática aislada y sin evidencia de artrosis. Sin embargo debe tenerse en cuenta el método de reparación a utilizar y los medios con los que se cuenta para realizar el mismo en condiciones óptimas. Está bien demostrado que las lesiones pequeñas menores de 1 cm_, tienen muy buen pronós- tico con los distintos métodos (22). La utilización de biopolímeros en la actualidad nos evita morbilidades en el sitio dador cuando realizamos trasportes osteocondrales (23). Para mejores resultados con mosaicoplastía el límite de edad recomendado es de 50 años. Sin embargo en este estudio los casos individuales, bien definidos ICRS grado III o IV con lesiones condrales u osteocondrales pasibles de realización de injertos osteocondrales fue relativamente baja. Recientes estudios demostraron que los mejores resultados con la implantación de condrocitos autólogos en áreas de defectos de entre 1 y 10 cm_ en pacientes de entre 15 y 55 años. (24, 25)

 

CONCLUSION

Podemos concluir con el presente estudio que el diagnóstico de certeza sobre las características y la magnitud de las lesiones del cartílago, todavía depende de la evaluación artroscópica, la clasificación empleada de la ICRS, es un valioso elemento que aporta información valedera para el tratamiento de estas lesiones, aunque la evolución de las mismas y el número de pacientes que pueden beneficiarse con los procedimientos de reparación es aun incierto.

 

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Correspondencia: Ángel Calvo Díaz Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario Miguel Servet.

 

Paseo de Isabel la Católica, 1-3. 50009 Zaragoza

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