ARTROSCOPIA | VOL. 21, Nº 1 | 2014

EDITORIAL

Profesionales de la salud y empresas: “Un Vínculo bajo sospecha”

“Las compañías medicas de tecnología deben servir a los intereses de los pacientes, colaborando con los profesionales de la salud a través del desarrollo de nueva y segura tecnología, deben fomentar y apoyar la investigación y la educación, manteniendo en estas relaciones, absoluta transparencia y un altísimo estándar ético.
Reconocemos la obligación de facilitar, apoyados en estrictas leyes y normas legales, la relación entre las empresas y los profesionales de la salud, en orden de que las decisiones médicas que se tomen estén basadas en el más alto interés para el paciente”.

The AdvaMed Board Committee on Ethics and Health Care Compliance
www.advamed.org

Pablo, Alex y Pedro son tres buenos amigos con quienes compartimos muchos años de nuestra vida profesional y personal, y algunos proyectos en común relacionados con la cirugía artroscópica y su desarrollo en Latinoamérica; son personas íntima y vocacionalmente comprometidas con la tarea de formar a cirujanos artroscopistas de nuestra región, para que puedan mejorar sus prácticas quirúrgicas, y sobre todo son personas que sueñan con crear un puente entre la innovación y la práctica médica sin olvidarse nunca de que el único destinatario de nuestros desvelos será el paciente.
En nuestro último encuentro, a propósito de un curso de entrenamiento en cirugía de rodilla para cirujanos procedentes del norte de Brasil, pudimos disfrutar y a la vez profundizar en un espacio íntimo fuera de todo protocolo o agenda laboral, acerca de que acontecimientos en nuestras vidas y sobre todo que calidad de “vínculos” fuimos creando con nuestros seres queridos y no tan queridos, para ser quienes somos como personas en la actualidad. En ese momento y quizás sin darnos cuenta, fuimos capaces de desafiar con la palabra, vertida del alma a través de nuestros sentimientos a ese “monstruo” espantoso convertido en institución que rige y ordena desde hace algunos años, cual y como debe ser el “vínculo” del médico con las empresas relacionadas con nuestra profesión.
Volando de regreso a casa y cerca de los 30.000 pies de altura, es decir, más cerca del único que probablemente pueda guiar esta relación profesional, me di cuenta de que nosotros mismos, con nuestro egoísmo, nuestro afán por tener y poseer fuimos los que creamos a ese supuesto “monstruo”. Lo fuimos alimentando con nuestra miserias de poder y de tener, alejándonos de nuestros sueños de dar sin recibir más que el placer de haber dado, nos hicimos especialistas en firmar contratos con el diablo, en vez de confiar en nuestra formación científica, en el esfuerzo, en que nuestra tarea diaria como médicos nos daría una mayor y mejor recompensa al final del día que la recompensa económica estipulada en un contrato, que nunca tiene en cuenta el sano “vinculo” entre dos o más personas.
Desafiamos al “monstruo” porque hablamos desde el corazón, expresamos sentimientos, compartimos historias de vida, nos “vinculamos” sin contratos firmados, fuimos auténticos sin esperar recompensa, aprendimos del otro y un poco enseñamos desde la humildad, nos sacamos las máscaras y dejamos de actuar esa personaje que no somos y el “monstruo” nunca se enteró, y si se enterara no importa porque ya crecimos y evolucionamos, dejando a la espantosa criatura persiguiendo a aquellos que no entienden y que se distraen ocupados entre planes y proyectos, entre expectativas y comprobaciones, entre ansiedad y placer, entre poder y gloria, sin darse cuenta que el verdadero alimento para crecer como sociedad es el puro y enriquecedor “vinculo” entre las personas.

Dr. Fernando Barclay
Coordinador Editorial